jueves, 20 de abril de 2017

La risa de los dioses

¿Para qué trabajamos, estudiamos, escribimos, bailamos, bebemos y fumamos, navegamos, caminamos, nos drogamos, hacemos dietas de adelgazamiento, escalamos, comemos, nadamos, leemos, hacemos terapia de grupo, viajamos, pintamos, hacemos yoga, esculpimos, copulamos, componemos música, soñamos...?
¿Para entretenernos ocupados en algo mientras esperamos que se acabe este estúpido absurdo o, quizás, para olvidarnos de ese viaje futuro próximo cierto que nos espera?
¿Para qué nos sirve la razón? Vivimos con el deseo permanente de afirmar ante los demás nuestro "yo", con un ansia desmedida de poder y con un deseo permanente de acaparar propiedades y cosas. 
Vivimos como si fuésemos eternos, aunque sabemos que nacimos, casualmente, hace unos pocos años y que la única propiedad que tenemos es ese barco que nos espera, que debemos tomar en un corto espacio de tiempo y que nos llevará de regreso a la nada.