El día 20 de diciembre de 1918, hace hoy un siglo, se estrenó, en el Teatro de la Comedia de Madrid, La Venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz Seca.
Mi padre, con 18 o 19 años, estaba por esas fechas en Madrid preparando las oposiciones al Cuerpo Técnico de Telégrafos y debió haber visto su representación.
Yo, La Venganza de Don Mendo, la relaciono siempre con la Casa del Telégrafos Viejo de San Sebastián de la Gomera y con mi padre que, como buen Espinosa, de pie y paseando, la recitaba en voz alta -se la sabía desde la primera hasta la última estrofa- a sus tres hijos, de corta edad, que lo escuchábamos riendo, seguramente, más por imitación que por entender bien la gracia de la obra.