viernes, 26 de abril de 2019

XXX Conócete a ti mismo

El aforismo griego "conócete a ti mismo"
estaba escrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos
y se le atribuye a alguno de los sabios griegos del siglo VI a. C.

Se cree que el universo observable tiene aproximadamente un diámetro de 13.800 millones de años luz y contiene en su interior 2 billones de galaxias, con 700 cuatrillones de estrellas.
Todo eso que vemos brillando en el cielo durante la noche y que tanto nos emociona está programado, como nosotros, para morir. Cuando se extinga no quedará de él, ni de todo su contenido, la más mínima huella.
Pero antes, mucho antes, dentro de muy poco, yo me marcharé y un poco después todo lo que ahora vive sobre la tierra morirá y más tarde nuestras civilizaciones y un poco después nuestra especie. Después ya nadie se acordará de todo lo que tanto nos preocupa e interesa: los países, los himnos, las banderas, los dioses, los libros, las matemáticas y la física, la poesía, la música, las artes plásticas, la televisión, las redes sociales...
Luego, durante un poco más de tiempo, el sol seguirá enrojeciendo cada mañana el cielo, como lo hace hoy, mientras escribo.
Aunque a nuestro cerebro le parezca casi infinito, todo ese maravilloso universo observable es solo un grano de arena con la misma importancia y trascendencia que cualquiera de los pequeños granos de arena que rueda errático, impulsado por el viento, en cualquiera de nuestros desiertos.
Nuestra forma de organizarnos es igual y tiene la misma trascendencia que la de un hormiguero y el más famoso de nosotros no es más importante ni trascendente que el más humilde de los insectos.


viernes, 12 de abril de 2019

Desaprender( NO)

Las mentiras de la infancia fueron mi mejor escuela. Me enseñaron a ser desconfiado.
Con 17 o 18 años logré desprenderme de los mitos religiosos, de las verdades reveladas y de las supersticiones.
Liberarme, no solo de los dioses, de los charlatanes y de los libros de autoayuda, sino también de las enseñanzas de los maestros, ha sido siempre un agradable entretenimiento y ahora es uno de los placeres favoritos de mi vejez.
Espero, al final, irme con un cerebro limpio, como cuando mi madre me parió, en La Gomera, hace más de 73 años.