domingo, 21 de junio de 2020

XXX El juego

Ayer, a las 22:44 hora de Canarias, comenzó el verano. Un verano imprevisible nos aguarda.
Los dioses, allá arriba, pasan sus días jugando. Nos han puesto aquí con la única finalidad de ser las fichas de su parchís. Todo lo que podemos observar a nuestro alrededor es solo su juego de entretenimiento: las cámaras de diputados; las derechas y las izquierdas; la guerra y la paz; los ricos y los pobres; la razón y los mitos; el bien y el mal; la democracia y la dictadura; la enfermedad y la salud; la inteligencia y la necedad; los fuertes y los débiles; los blancos y los negros; los señoritos y los criados; el eros y el tanato; los que ordenan y los que obedecen; los creyentes y los ateos, el coronavirus...
Todo lo que existe es solo eso, un juego creado con la única finalidad de entretener el tedio del monte Olimpo. El tiempo infinito de la existencia de los dioses ha acabado convirtiendo el cielo en un infierno insoportable.