miércoles, 20 de diciembre de 2017

Tomás Romero, el cura de Tinajo

Hoy he visto -¡milagro!- en la Casa Amarilla de Arrecife, y por primera vez, la imagen ecuestre de Tomás Romero, el cura de Tinajo. Tomás Romero es el personaje central del Lancelot espinosiano.

Arrecife, a 16 de diciembre de 2017


Tomás Romero -el cura de Tinajo-ha sido sucesivamente monago, sacristán y chantre de la iglesia de Tinajo. Ahora es párroco.
Ha vivido desde tan temprano en la iglesia de Tinajo que es ya como un auténtico aditamento eclesiástico. Su palabra, órgano. Su reír, campanario. Su sombrero cúpula. Incensario su pipa.
Tomás Romero tiene el aroma de su iglesia. Tiene su arquitectura. Un buen observador hubiera presentido el bizantinismo de la iglesia de Tinajo después de una charla rumorosa con Tomás Romero.
Tomás Romero galopa desde hace una hora hacia Tinajo, Ahora está ante mí. (Ha frenado su prodigioso caballo. Vacilan los cascos un momento. Se afirman luego enérgicamente.)
Sobre las seis baldosas centrales de la Plaza de la Iglesia de Tinajo, Tomás Romero y su caballo son la estatua ecuestre que necesita Tinajo para su gran plaza desnuda.
Tomás Romero está ahora junto a su caballo. En una mano el sombrero. En la otra naufraga mi mano minúscula. Tinajo ha perdido su estatua ecuestre.
Tomás Romero es más grueso y más alto que el gran pope de Korolenko. Tomás Romero es el mayor entre todos los popes. Tomás Romero y yo -el uno tan al lado del otro- escenificamos el gigante y el enano barracal de las ferias. Yo le llamo instintivamente, pope: Escúcheme buen pope. Yo le digo: ¡Que grande eres, Tomás Romero!
Tomás Romero, sonríe, manotea el aire. Tuerce su sombrero sobre la oreja derecha, sobre la oreja izquierda. Inflama la pipa en cada aspiración. Sus frases tienen música en los extremos. Cada una de sus tres vidas anteriores aparece y desaparece a cada momento. Su vida actual la proscenia a ratos en el traje. Dentro de Tomás Romero pope hay un cura, un chantre, un sacristán y un monago. Los cuatro personajes hacen mutis y entradas deliciosas.

Tinajo y el bizantinismo
LANCELOT, 28º-7º
Agustín Espinosa García
(Publicado el año 1929)