Algunos de los familiares y amigos que leen mis "ocurrencia" acostumbran a criticarme. Se quejan de su pesimismo crónico y de la forma en que miro todo el disparate-absurdo-irracional que es nuestra sociedad, nuestra especie y todo lo que nos rodea.
Si hubieran visto, como vi yo hace unos días, una entrevista que le hicieron al gran Quino -el padre de Mafalda- poco tiempo antes de morir, entenderían que yo soy solo un modesto y moderado aprendiz de pesimista.
Si hubieran visto, como vi yo hace unos días, una entrevista que le hicieron al gran Quino -el padre de Mafalda- poco tiempo antes de morir, entenderían que yo soy solo un modesto y moderado aprendiz de pesimista.
El optimismo se sustenta en nuestra facilidad para creernos toda esa sarta de mentiras con que nos persiguen desde niños.