martes, 25 de mayo de 2021

XXX El tío Manuel (La familia)





 Tío Manuel, alrededor de 1915, 
de pié y con traje oscuro,
con sus sobrinos-discípulos.


    Estaba sentado junto a mi padre. Con mi mente infantil le estaba haciendo las preguntas inocentes que acostumbran a hacer los niños: ¿Por qué la tierra es redonda? ¿Por qué no podemos volar, como las aves? ¿Por qué no podemos vivir bajo el mar, como los peces? En un descanso del interrogatorio, que él disfrutaba tanto como yo, me habló del tío Manuel.
    Manuel García Estrada era hermano de abuela Isabel. El tío Manuel, como lo nombraba con admiración mi padre, era farmacéutico y no tuvo hijos. Él preparó el bachillerato de todos sus sobrinos y estuvo trabajando unos años en África para contribuir económicamente mientras hacían estudios superiores en la península. Los introdujo en los principios de la Ilustración y el Racionalismo. Les enseñó a cultivar el espíritu crítico y a despreciar la superstición y el fundamentalismo.  Mi padre lo tuvo de profesor entre 1910 y 1916, mientras hacía el bachillerato, hace más de 100 años.
    Los animaba a no perder la infancia. Después la escuela,  la universidad y la sociedad se encargan de destruir el instinto natural de conocer la raíz de las cosas. Conservar de mayores el espíritu de la infancia, decía, convierte a los hombres en filósofos, científicos o poetas.
    Hoy, todos los que fuimos educados por sus alumnos, estamos en deuda con él.

sábado, 15 de mayo de 2021

XXX El tiempo (misterio)

 Unos sueñan con la eternidad. Otros, en la vejez, se sientan frente al atardecer, con un vaso de vino, y dejan pasar indiferentes el poco tiempo que les queda.

miércoles, 12 de mayo de 2021

XXX Liberación (citas)

"El hacedor del bien", un cuento de Oscar Wilde, que leí cuando era un muchacho:
Jesús se había sentado a meditar en un lugar apartado. Sintió, de pronto, que había alguien cerca de él. Se giró y vio a un hombre que lloraba en silencio. Se compadeció y le preguntó:
—¿Por qué lloras?
El hombre que lloraba levantó la vista, lo miró, lo reconoció y le respondió:
—Estaba yo muerto y tú me resucitaste, ¿qué iba a hacer yo más que llorar?

"El evangelio según Jesucristo" de Saramago, que leí cuando ya era un hombre maduro:
En cuanto Marta, su cuñada, se enteró que Jesús había regresado, corrió a buscarlo. Su marido, Lázaro, había muerto y lo habían enterrado hacía unos días.
—Tú puedes hacerlo —le dijo— resucítalo.
Jesús se sentó para calzarse las sandalias y acompañarla a la sepultura. Entonces María Magdalena, su esposa, le puso una mano sobre el hombro y le dijo:
-No lo hagas. Ten compasión de él. No obligues a un hombre a pasar dos veces por la muerte.

Nunca he podido entender por qué el Dios todopoderoso y todo bondad nos hace nacer aquí y no directamente en el cielo. 

lunes, 3 de mayo de 2021

XXX Las dos España(Familia))


"A patadas, vamos a echar a toda esta basura".
Millán-Astray, uno de los generales golpistas de 1936.

"¡Pobre país!  Después del golpe de estado, todo el que valía se exilió, fue fusilado o se murió de pena. Ahora ya solo quedamos, en estas ruinas, la basura"
Mi padre, cuando yo era un niño, en la posguerra.

"Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón"
"Proverbios y cantares" de Antonio Machado.

viernes, 30 de abril de 2021

Los colores de la piel (NO)

    Nosotros, hombres blancos de la Europa democrática, educados en los principios de la Ilustración y en la moral cristiana.
           
    En los siglos XVI, XVII y XVIII apresábamos a nuestros semejantes del centro de África. Encadenados y contra su voluntad los metíamos en las bodegas de grandes veleros y los trasladábamos a América, donde desarraigados los convertimos en nuestros esclavos.

    Nosotros, hombres blancos de la Europa democrática, educados en los principios de la Ilustración y en la moral cristiana.

    Durante el siglo XIX, colonizamos y esclavizamos, en su propia tierra, a nuestros semejantes, los habitantes del África negra.

    Nosotros, hombres blancos de la Europa democrática,  educados en los principios de la Ilustración y en la moral cristiana.

                Ahora, temerosos por perder nuestra hipócrita moral y nuestra cultura de papel de regalo, rechazamos a los africanos que llegan desesperados hasta nuestras tierras en ataúdes náuticos o escalando vayas espinosas para escapar del hambre y de las guerras

        Nosotros, los hombres blancos de la Europa democrática, educados en los principios de la Ilustración  y en la moral cristiana.

viernes, 23 de abril de 2021

XXX Soledad (intimidades)

    La soledad no consiste en estar solo. Esperando en el silencio de la madrugada el amanecer o paseando solo junto al mar no experimento la más mínima sensación de soledad.
    Cuando me rodea la gente y escucho a los demás reírse de cosas que no me hacen ninguna gracia o cuando veo a los demás emocionarse por cosas que me dejan completamente frío o cuando  tengo que callar por qué sé que si digo lo que pienso seré arrancado como la mala hierva, es entonces cuando de verdad siento, en medio del griterío, el aislamiento y la soledad.

martes, 20 de abril de 2021

XXX Castillos en el aire (misterio)

 


Los pilares donde se sustenta nuestra civilización y nuestra cultura están hechos de la misma materia y tienen la misma solidez  que  una duna del desierto.

lunes, 19 de abril de 2021

XXX Escrito sobre la arena (conócete a ti mismo)

    


    Aunque parezca mentira, el sol, como nosotros, tiene sus días contados. Ajeno a su destino sigue existiendo y pintando cada mañana con pasteles el mar y las nubes. ¿Se consolará soñando, también como nosotros, con un cielo donde vivirá eternamente junto a las demás estrellas del universo cuando ya se hayan apagado?
Pero antes, dentro de unos pocos años, todo lo que ahora vive sobre la tierra morirá. Más tarde nuestra especie se extinguirá. Entonces de nosotros, de nuestra historia y de nuestros dioses no quedará recuerdo alguno. Todo lo que se diga será dicho en el viento y todo lo que se escriba será escrito sobre la arena.

viernes, 9 de abril de 2021

XXX Las ausencias (familia)

Pasó cuando se fue mi padre,
hace cuarenta y ocho años.
Más tarde,
mi madre,
hace dieciséis.
Ahora,
hace solo unos días,
mi hermano Fernando.
Fernando era el mayor de los tres hermanos.
La marcha de Fernando,
como la de mis padres,
me devuelve a los interrogantes de la juventud,
al misterio de las preguntas sin respuestas.

miércoles, 31 de marzo de 2021

XXXVértigo (conócete a ti mismo)

El hombre libera, en cada eyaculación, unos 250 millones de espermatozoides y la mujer 1 óvulo cada mes. Un hombre sano produce unos 525.000 millones de espermatozoides a lo largo de su vida y la mujer pone a disposición de la fertilización unos 450 óvulos. Un hombre y una mujer podrían concebir, a lo largo de sus vidas, un numero de hijos igual al resultado de multiplicar 525.000 millones por 450, es decir, 2.300.000.000 Todos serían hermanos, pero genéticamente diferentes. Por tanto, la probabilidad de que cualquiera de nosotros esté aquí, es igual a un número infinitamente pequeño. No debería sorprendernos nuestra muerte segura, sino la lotería de nuestro nacimiento. Un hombre que nace, también casualmente, en un determinado tiempo de la historia y en un lugar de la tierra con sus condiciones ambientales, donde aprende una lengua y se programa para integrarse al grupo social donde ha nacido y adorar a sus dioses. 

De los millones de partículas de polen, que el viento arrastra en el bosque durante la primavera, unas pocas, muy pocas, consiguen fecundar una flor y de las semilla que caen al suelo, solo algunas pocas, muy pocas, consiguen germinar y convertirse en árbol. Un árbol que, como nosotros, nace por casualidad en un lugar. En un lugar donde tiene que competir con la vegetación del entorno y adaptarse al tipo de suelo, a la radiación solar y a la pluviometría del lugar donde la fortuna lo ha colocado.

Aunque a nosotros se nos hace creer que nuestra especie es superior a todo lo que existe en el universo, cualquiera de nosotros, como el árbol, es solo eso. Un eslabón más de la larga cadena del proceso evolutivo de la vida, al cual nos encontramos irremediablemente encadenados.

Una vida y un proceso evolutivo cuyo sentido último escapa del alcance de  nuestro pobre y limitado cerebro.

lunes, 22 de marzo de 2021

Memoria (NO)

 Memoria somos,
solo eso.
Espejismos.
Recuerdos
con los que el cerebro juega
a su antojo.
Memoria de una infancia de juegos
y de adoctrinamientos de patrias y de dioses.
De una juventud de dudas.
De una gris madurez
y de una vejez sin proa.
Recuerdos somos,
solo eso.
Espejismos.
Sueños de sueños.

sábado, 13 de marzo de 2021

Adaptación (NO)


 

Las achaparradas tabaibas del malpaís del Puertito de Güimar sobreviven atrincheradas. Como serpientes, reptan sobre la lava protegiéndose de los alisios.
Como ellas, yo tengo también esa extraña sensación de vivir escondido, agazapado, para poder seguir. Para continuar andando en un mundo que intenta desterrar a los que no consiguen integrarse.
Al igual que las tabaibas del Puertito de Güimar, se puede vivir atrincherado y florecer. Florecer como la flor humilde de las tabaibas, pero florecer.

domingo, 7 de febrero de 2021

XXX Borrador para un proyecto educativo (enseñanza)

¿Por qué tenemos que llegar a viejos para conseguir aprender lo que deberían habernos enseñado durante los primeros años de nuestra formación?

¿Por qué no se nos enseña que el instinto de supervivencia de los seres vivos es la fuerza más poderosa que existe? Ni los dioses, ni el dinero, ni las propiedades, ni el espíritu de aventura, ni el sexo, ni las fantasías. Él nos mantiene atados a la vida aunque la razón nos esté insitando continuamente a abandonarla. Hasta los creyentes se agarran a ella con todas sus fuerza.

¿Por qué no se nos enseña que nunca conseguiremos alcanzar el mundo que nos rodea? Vivimos como en un sueño. Solo tenemos acceso a una película que se proyecta en el interior de nuestro oscuro cerebro y que se estimula con los impulsos eléctricos que le llegan de los sentidos.

¿Por qué no se nos enseña que nuestra razón se ha ido gestando durante miles de años y se modifica continuamente con el único objetivo de favorecer nuestra supervivencia? No existen verdades absolutas, razones, principio o dioses que duren para siempre. Cuando ya no son útiles nos olvidamos de ellos.

¿Por qué no se nos enseña que lo que escribimos, hablamos, pensamos, imaginamos y soñamos está delimitado por nuestro lenguaje? No podemos escribir, hablar, pensar, imaginar o soñar nada que escape de sus límites.

¿Por qué en todas las asignaturas no existe un capítulo que ponga en cuarentena a la propia asignatura y recuerde a los alumnos que eso es lo que se sabe hasta hoy de la materia y que puede ser modificada por cualquier otra interpretación más favorable? Se nos debería enseñar el giro de Galileo, que sustituyó la razón del sol que se mueve y una tierra estática por la razón de un sol estático y una tierra en movimiento, o el de Darwin, que cambió la interpretación de la Biblia de que las especies fueron creadas independientemente, por una evolución encadenada y hermanada de todas las especies. Todo lo que hoy se cree y estudia, dentro de unos cientos o miles de años será sustituido por otros fundamentos más favorables para la supervivencia.

¿Por qué no se enseña que la religión que se profesa en el lugar donde se ha nacido es una más entre las muchas que existen o han existido y que todas tienen las mismas posibilidades de ser verdaderas? ¿Por qué no se enseña que existen otros hombres que piensa que la inmortalidad es un sueño imaginado por los hombres para alejar el pánico de la muerte, que está en continua lucha con el instinto de supervivencia?

¿Por qué no se enseña que el lugar donde se ha nacido y la cultura en la que somos educados es una más entre otras muchas y que las culturas y los países se enriquecen en contacto los unos con los otros? Los encierros patrióticos de cualquier tipo solo sirve para aislarnos y embrutecernos.

¿Por qué no se enseña que cualquier tipo de progreso se consigue con la religión de la duda? Los principios, las verdades absolutas y los fundamentalismos mantienen las sociedades y las culturas embrutecidas, sin posibilidades de perfeccionamiento.


jueves, 4 de febrero de 2021

XXX El extranjero (intimidades)

Mientras fui niño siempre tuve la sensación de que no había sido fabricado para vivir aquí. Nunca conseguí adaptarme a la sociedad. Algo así como si el espermatozoide y el óvulo, que luego darían origen al niño que yo era, hubieran sido programados para que viviera en un planeta lejano.

Cuando maduré, y sobre todo cuando empecé a trabajar, esa sensación se fue difuminando hasta casi desaparecer, aunque a veces y en algunas circunstancias volvía, pero débil y por cortos periodos de tiempo.

Es después de mi jubilación, hace unos ocho años, cuando ha surgiendo con fuerza de nuevo y se ha instalado definitivamente. Por eso suelo decir que lo único aprovechable de la vida es la infancia y la vejez, el resto es tiempo perdido. El aislamiento nos empuja a la reflexión.

Aceptando por mi edad la proximidad del final, me parece ahora mirar desde la distancia. Desde fuera se ve nítidamente el caos irracional que es todo esto. Nada tiene sentido ni explicación.

La única salida que nos queda son las religiones y los libros de autoayuda, que intentan engañarnos para mejorar esa ridiculez estúpida que llaman autoestima.

La autoestima, el patriotismo, el fundamentalismo, la soberbia y el convencimiento de que pertenecemos a una  especie superior nos impide mirar el mundo con objetividad.


jueves, 14 de enero de 2021

XXX Posguerra en La Gomera (infancia)


Cuando yo era un niño, por los años 50 del siglo pasado, San Sebastián de la Gomera, la capital de la Isla, era un pueblo humilde. Las estrecheces de la posguerra estaban presentes en cualquier lugar donde pusieras los ojos. Aunque yo vivía feliz con la plaza de los laureles gigantes, el barranco, el mar y la protección de mis padres, hoy recuerdo con tristeza la crisis económica y cultural que lo envolvía todo.

Había solo una carretera que comunicaba San Sebastián con Hermigua, Agulo y Vallehermoso. A todos los demás pueblos y caseríos  de la costa -El Cabrito, Playa de Santiago, La Rajita y Valle de Gran Rey- se iba en pequeñas embarcaciones artesanales y a los del interior -Benchijigua, Erque, Igualero, El Cercado, Las Hayas, Arure, Chipude, Enchereda, Alajeró- a pie.

La gente, extremadamente humilde, que vivía en los caseríos del interior solían bajar, una o dos veces al año, a abastecerse de artículos de primera necesidad.

Una día, en la playa, pude ver cómo un niño, de mi misma edad, que acababa de llegar del interior, se aproximaba hasta la orilla, mojaba sus pies y luego probaba su sal, mientras observaba admirado toda aquella cantidad de agua. Seguro era la primera vez que estaba cerca del mar y lo tocaba.

Alguien pidió a mi padre que los domingo, en la fachada del telégrafo, pusiera un altavoz conectado a una radio. Allí se reunían, los domingos por la tarde, una gran cantidad de hombres para escuchar los partidos de la liga de fútbol. Yo recuerdo pasar entre un pasillo de hombres para poder entrar en casa. Mi padre siempre protestaba. Decía que las autoridades deberían preocuparse por reunir en un local todos los libros del pueblo y hacer una biblioteca pública.

El tiempo libre que le dejaba el telégrafo lo dedicaba a leer. Los libros eran su pasión. A una de esas mujeres que bajaba periódicamente alguien debió decirle que el telegrafista regalaba libros. Lo cierto es que se presentó allí y preguntó por él. Le regaló revistas y libros que ya se habían leído en casa. Durante varios años, cada vez que visitaba la Villa, iba por el telégrafo y pedía su ración de lectura. En esos años de oscuridad y miseria, en un caserío perdido del interior de La Gomera, una mujer pudo descubrir, gracias al telegrafista, el mágico mundo que se esconde en el interior silencioso de  los libros. Mi padre me lo contó unos años  después, cuando ya habíamos dejado La Gomera y vivíamos en La Orotava.

En mi memoria se entremezcla la alegría de los juegos y las carreras de la infancia con el ambiente lúgubre de la dictadura.

viernes, 25 de diciembre de 2020

XXX Génesis (citas)

 GÉNESIS 1:27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
GÉNESIS 1:28 Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.

 
EL NUEVO GÉNESIS:
Sois la consecuencia del capricho fortuito del proceso evolutivo de la vida y no valéis mas que cualquiera de las otras muchas especies que habitan la tierra. Mortales sois, como todos los seres vivos. Tenéis un arma muy poderosa: vuestro cerebro. No lo uséis para sojuzgar a los otros seres vivos. Respetad y mimad al planeta que tenéis como hogar y reproduciros con moderación. Tened siempre presente que algún día os extinguiréis como especie, entonces la vida seguirá su curso y de vosotros no quedará recuerdo alguno.

domingo, 20 de diciembre de 2020

XXX Modestia (infancia)

 Modestia: Cualidad de la persona que no tiene ni 
muestra una alta opinión de si mismo. 
Entre los clásicos fue considerada 
una virtud.

Sabio: Persona que muestra buen juicio, prudencia 
y madurez en sus actos y decisiones.

Debía haber sido todavía un niño y además un niño bastante pequeño porque mi padre me llevaba cogido de la mano por la Calle del Medio, en San Sebastián de la Gomera. Nos paramos para que él saludara a un amigo con el que nos habíamos tropezado. Casi al final del saludo el amigo se dirigió a mí y me hizo una de esas preguntas que suelen hacerse a los niños.
-¿Cómo se llama tu padre?
-Don Fernando- le contesté.
Así era como llamaba todo el mundo al telegrafista de la Villa.
Poco después, cuando nos quedamos solos, me dijo que el "Don" es un aditamento que los demás pueden añadir a nuestro nombre, pero nunca debe usarse cuando se habla de uno mismo, de sus padres, de sus hermanos, de sus abuelos y de familiares próximos. El hacerlo, me dijo, es un acto de vanidad y soberbia.
Cuando nos pusimos el título "Homo Sapiens Sapiens" -dos veces sabios- para encuadrarnos como especie, a parte de pecar de vanidad y soberbia, cometimos el mayor de los disparates. El título que mejor nos podría definir es el de "El Más Sofisticado Depredador Del Planeta".



viernes, 4 de diciembre de 2020

XXX El suicidio del alma (misterio)

El cero y el infinito, que nuestro cerebro no pueden alcanzar, nos produce la misma sensación que un salto al vacío.

Nuestra especie para mitigar el pánico que le producía la visión de la muerte, ayudándose de la imaginación, creo el alma inmortal y todo ese fantástico mundo sobrenatural que solo existe en el interior de nuestro cerebro. Esa torpe solución, que nos resuelve el problema inmediato de la muerte, nos conduciría a una tragedia de proporciones inimaginables.

¿Qué sería de nosotros viviendo eternamente encerrados en un lugar como el cielo y dirigidos por un dios aburrido, dictador y justiciero como el que nos presenta la biblia? ¿Qué haríamos trepados sobre una nube eternamente en la mayor de las apatías? ¿Pueden imaginar un lugar más aburrido? ¿Qué sería de nosotros sin cotilleos, sin alfombras rojas, sin sexo, sin alcohol, sin tener inferiores a los que pisotear, sin propiedades, sin poder escalar posiciones?

No habló de miles o de millones de años, con unos pocos años me basta. Ese cielo imaginario, que nos había ayudado a sobrevivir mientras vivíamos, se convertiría en el mayor de los infiernos.

Nuestra única salvación sería entonces el suicidio del alma.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

El bufón (NO)

Si las corporaciones municipales, las cámaras autonómicas, nacional o europea te parecen una plaza pública de la periferia donde se reúnen a fardar los chulos del barrio, no te preocupes. No hay razón alguna para angustiarse. Desde que se tienen noticias por la historia siempre ha sido así. Desde la más remota antigüedad. Y si miramos mucho más atrás los paleontólogos dicen que fuimos caníbales. Acéptalo, todo eso que leemos indignados en los medios de comunicación es sencillamente la realidad de lo que somos. Y reconoce que ninguno de nosotros es mejor que cualquiera de ellos.
Desde niños aprendemos que la moral que se nos enseña solo debe utilizarse como un maquillaje. Si intentamos seguirla se nos reprende: "¿Tú eres tonto?" "¡Pareces un Quijote!"
En este viejo continente europeo lleno de catedrales y templos, si algún país, alguna comunidad autónoma, algún pueblo, algún barrio, alguna asociación de vecinos o algún ciudadano (clérigo o seglar) siguiera los principios del nuevo testamento se convertiría en el bufón del reino.
La hipocresía y el postureo es la base del sistema social de nuestra especie. Así se nos educa y así nos comportamos.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Viaje al cuarto de una madre (NO)

 Anoche, en la 2, pusieron "Viaje al cuarto de una madre". Una película de Celia Rico. Llega hondo, muy hondo. Lo dice todo, sin hablar. Simple y sencilla. Como un haiku, se desliza muy despacio y en zapatillas. Tierna y emotiva, como un baño de mar. Lo grandioso habita solo en el interior de la silenciosa sencillez. 

jueves, 26 de noviembre de 2020

Black Friday (NO)

Ya es madrugada y me voy, sin prisas, alejando del baile y acercando a la puerta que me sacará definitivamente de la gran sala. Una sala en la que siempre me he encontrado extraño, como forastero.
Felizmente, he alcanzado la edad de las despedidas finales. Una edad en la que empiezan a sobrarme la mayor parte de las cosas que me rodean.
El mantenerme lejos de todas esas cosas inútiles es uno de los grandes placeres de los últimos años. La mayor parte de ellas tienen exclusivamente un fin social, solo sirven para que los demás vean que las poseemos.
Mañana es el Black Friday.
A medida que voy entrando en la vejez la gran sala de baile me recuerda, cada vez más, a un manicomio.

lunes, 16 de noviembre de 2020

El infinito en un junco, de Irene Vallejo (NO)

 


Además de descubrirnos el mundo de los libros desde sus comienzos más remotos y de conducirnos por la historia de las civilizaciones antiguas, nos enseña que el comportamiento de nuestros antepasados, desde hace más 2.500 años, es exactamente el mismo  que nosotros seguimos ahora. 
Igual que ahora, en la antigüedad, se desterraba  y se perseguía a los escritores y a los pensadores que no seguían los principios del poder establecido. Se prohibían y se quemaban los libros. Se mataba por el poder y por las propiedades, sin comprender que el poder y las propiedades duran lo que la muerte tarda en arrebatárnoslo.
Tenían un elevado concepto de sí mismos y, como nosotros, se sentían superiores al resto de las otras culturas, de las otras razas y de las otras especies. Practicaban la esclavitud. Para espantar a la muerte soñaban, como nosotros, con la inmortalidad.
Nunca hemos sido capaces de vernos tal y como somos: un humilde ser vivo, un pobre animal, torpe, miope y miserable. 

domingo, 15 de noviembre de 2020

XXX La gran aventura (infancia)

 

Construcciòn del puerto de San Sebastián de la Gomera (1950)


Cuando se estaba construyendo el puerto de San Sebastián de la Gomera era yo todavía un niño de pantalón corto. Siguiendo la línea del puerto y para señalizar la baja profundidad, por las piedras que las gabarras depositaban en la plataforma marina, se había colocado una boya. Era solo un viejo bidón unido al fondo, del cual salían, en la parte superior, tres hierros -delgados, redondos y llenos de óxido- que abrazaban un farol de petróleo. Todas las tardes un hombre -seguramente un pescador a quién le habían encargado ese trabajo- subía a un bote y remando llegaba hasta la boya para encenderla. Yo contemplé muchos veces la maniobra.
Un día que estaba sentado en la escalera del embarcadero, el pescador, después de subirse al bote, me dijo:
-¡Tinito! ¿Quiéres venir?
Fui con él hasta la boya. Amarró el bote a uno de los hierros, echó petróleo a la lámpara, la encendió con su viejo mechero de martillo y regresamos.
A pesar de haber transcurrido más de 65 años, ese viaje, hasta la boya, lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer. Recuerdo al pescador, delgado y seco, con las cicatrices del sol en el rostro; el sonido rítmico  de los remos y el de la carena del bote separando el agua; el del petróleo cayendo de la botella a la lámpara, el golpe del mechero de martillo y las últimas luces de la tarde.
Esa noche sentí la emoción de las grandes aventuras.

jueves, 5 de noviembre de 2020

XXX Las sirenas (poesías)




El LANCELOT, navegando en la bahía de Santa Cruz de Tenerife

En un velero, la jarcia fija la forman el conjunto de cables que sujetan el mástil y la jarcia de labor los cabos con los que se suben y orientan las velas. El Lancelot tiene siete cables en la jarcia fija y doce cabos en la de labor. La jarcia fija se ajusta mientras el barco está en reposo, en el puerto, y recuerda al afinado de un instrumento musical de cuerda. La de labor mientras navega, cuando  las velas se encuentran con el viento. Entonces el marinero pone todo su atención en orientar las velas para que el viento transmita toda su energía a la embarcación.
En el silencio de la navegación a vela, la música del viento cuando tropieza con la jarcia y las velas, acompañado de la percusión producida por la parte sumergida del casco al deslizarse sobre el agua y al golpearse contra las olas, convierten al velero en un instrumento musical y la navegación a vela en un concierto.
Es, sobre todo, esa música seductora la que obliga al marinero, una y otra vez, a regresar al mar.


miércoles, 4 de noviembre de 2020

El maleficio de la mariposa (NO)

 

La Vanguardia, hoy, 4 de noviembre de 2020

En 1920, hace 100 años, cuando se estrenó "El maleficio de la mariposa", mi padre tenía 20 años y estaba en Madrid. Acababa de aprobar las oposiciones al cuerpo técnico de telégrafos y estaba esperando alcanzar la mayoría de edad -21 años- para poder tomar posesión como funcionario. Su hermano mayor, Agustín, estaba también en Madrid terminando sus estudios de literatura y tenía amistad con el grupo de la Institución Libre de Enseñanza. Unos días antes del estreno, tío Agustín, le dio una entrada. Le comentó que se habían vendido muy pocas y que Lorca le había pedido que las repartiera entre las amistades para completar el aforo del teatro.
Mi padre asistió al estreno, me contó. Nunca vio un espectáculo igual. La obra fue un fracaso estrepitoso. Las protestas y el pateo del público fue monumental. Fue interrumpida en tantas ocasiones que era imposible seguir el argumento. El espectáculo rayaba lo cruel.
Era la primera obra de teatro del autor, que era todavía un joven de unos 20 años. Su siguiente obra no llegaría hasta los 27 años, con "Mariana Pineda".
Debió haber sido muy valiente -me comentó mi padre- para atreverse a estrenar otra.


lunes, 2 de noviembre de 2020

XXX El balón de fútbol (intimidades)

 Hará unos 20 años. Regresaba de trabajar del norte de la Isla. Me había parado en la estación de servicio, que está cerca del campo de golf, a coger gasolina. Alguien me advirtió que una de las ruedas tenía falta de aire. Así que acerqué el coche hasta el dispensador de aire. Cuando estaba terminando de hinchar la rueda se acercaron dos niños. El más bajo llevaba un balón de fútbol desinflado en las manos. Por su aspecto parecía completamente nuevo, como si nunca hubiera recibido una patada. El niño me pidió que se lo inflara. Acerqué el dispositivo a la válvula del balón y apreté el gatillo. El balón comenzó a inflarse y luego, de pronto y sin previo aviso, explotó en mis manos. Lo recuerdo ahora como si todo hubiera ocurrido a cámara lenta. En mis manos quedaron los trozos de cuero destrozados en que se había convertido el balón. El niño retiró en silencio, de mis manos, los trozos de cuero. Los dos incrédulos se dieron la vuelta y se alejaron con el cadáver de su balón sin hacerme el más mínimo reproche. Yo me quedé como estaba, en cuclillas, inmóvil y con cara de idiota sorprendido.
Tardé varios días en recuperarme. Entiendo que esta historia puede producir en los lectores una sonrisa y, tal vez, alguna carcajada, pero yo aún lo recuerdo como una de las grandes tragedias de mi vida.

viernes, 30 de octubre de 2020

XXX La mañana del día de reyes (la familia)

Ocurrió en las Navidades de 1971/1972. Mi padre todavía vivía. Después de su jubilación nos habíamos trasladado de la casa de telégrafos al piso de los maestros, en La Orotava. Mi madre era maestra. Mi hermana, que ya se había casado, vino con su familia a pasar las fiestas con nosotros. La acompañaban su marido y su hijo mayor, Miguel.
Los padres, los tíos y los abuelos nos dedicamos a buscar regalos para el niño. Cuando el niño se levantó, la mañana del día de reyes, había un avión colgado del techo que volaba haciendo círculos, coches de pilas que se podían dirigir a distancia, entre otra infinidad de cosas. El salón estaba lleno de artefactos. El niño miraba todo aquello sorprendido. Nosotros, estúpidamente, jugábamos e intentábamos que aprendiera su manejo. Después de pasar un corto periodo de tiempo nos dimos cuenta que el niño había desaparecido. Lo encontramos en la cocina, sentado en el suelo. Había sacado dos tapas de calderos y jugaba feliz a golpear una contra la otra, como los percusionistas de una orquesta sinfónica.
Cuando yo era joven, encontrar información sobre cualquier tema era una tarea dificultosa. Había que ir a las bibliotecas públicas y a las enciclopedias. Hoy cualquier información se encuentra fácilmente  en Internet.
A veces abrumado, como mi sobrino Miguel, me descubro entretenido ojeando los viejos libros que heredé de la biblioteca de mi padre. 

viernes, 16 de octubre de 2020

XXX Las madres (la familia)

 Ahora, que las cataratas empiezan a dificultarme la visión, me he acordado de mi madre.
Fui por primera vez al oculista cuando tenía unos 17 años. Desde niño siempre me había parecido que los demás veían mejor que yo. En muchas ocasiones se lo había dicho a mi madre. Mi padre no se ocupaba de esas cosas. Siempre me contestaba lo mismo. Tonterías, tú ves bien, solo quieres presumir.
Por fin, cuando vivíamos en La Orotava, después de insistir mucho, accedió.
El oculista, después de explorarme, me preguntó si nunca había llevado gafas. Le contesté que no. Me dió el papel con la graduación y me dijo que debería haberlas llevado desde niño.
Cuando la óptica me dio las gafas estuve unos diez días que iba asustado por la calle. Con la boca abierta. Descubrí un mundo nuevo. En el cine, en los letreros de las calles, en la pizarra del colegio, en las montañas lejanas, en las nubes.
Cuando regresé a casa, después de la visita al oculista y le conté a mi madre lo que me había dicho, me contestó:
-Eso lo sabía yo desde que naciste, pero la familia, las amigas y todo el mundo, cuando te veían, hacían comentarios de tus ojos. ¿Cómo iba a privarme de ese placer?


jueves, 15 de octubre de 2020

XXX El tiempo perdido (infancia)

 Mi padre era el telegrafista de San Sebastián de La Gomera. Vivíamos en un viejo caserón de dos plantas. En la planta baja estaban las instalaciones y las oficinas del telégrafo y en la alta nuestra vivienda.
En el verano los niños pasábamos los días entre el fútbol, los juegos, las carreras, la exploración de los charcos del bajío y la playa. Aquellas largas vacaciones de verano de la infancia las recuerdo como un paraíso perdido.
En aquellos años los niños íbamos a la playa descalzos y vestidos solo con bañador. Allí pasábamos las horas saltando desde el muelle, jugando con las olas o revolcándonos en la arena caliente.
Para entrar en casa pasábamos por un pasillo de la planta baja en donde estaba el despacho de mi padre.
Recuerdo que cuando regresaba de la playa, todavía medio mojado, y al entrar en casa veía en su despacho a mi padre trabajando, pensaba: ¡qué desgracia tener que hacerse uno mayor!
Ahora, que tengo 74 años y hace unos 7 que vivo holgazaneando con una pensión de jubilación, cuando veo a la gente entregada al trabajo, pienso: ¡que suerte ser un viejo!
Solo merece la pena vivir, pienso, por la infancia y la vejez. El resto es tiempo perdido.

domingo, 4 de octubre de 2020

Ja, ja, ja... (pesimismo y optimismo) (NO)

 Algunos de los familiares y amigos que leen mis "ocurrencia" acostumbran a criticarme. Se quejan de su pesimismo crónico y de la forma en que miro todo el disparate-absurdo-irracional que es nuestra sociedad, nuestra especie y todo lo que nos rodea.
Si hubieran visto, como vi yo hace unos días, una entrevista que le hicieron al gran Quino -el padre de Mafalda- poco tiempo antes de morir, entenderían que yo soy solo un modesto y moderado aprendiz de pesimista.
El optimismo se sustenta en nuestra facilidad para creernos toda esa sarta de mentiras con que nos persiguen desde niños.
 



sábado, 3 de octubre de 2020

XXXAyer, en la caja del supermercado (RELIGIÓN)

 Ayer, en la cola de la caja del supermercado, mientras la cajera atendía a la señora que me antecedía:
-Tengo tanta fe en el Cristo de La Laguna -dijo la cajera.
-Yo también, pero mi verdadera devoción es por la Virgen de Candelaria -aclaró la señora.
Un poco después, cuando la cajera me atendía a mí y mientras se colocaba la mascarilla:  
-El calor que hace y esta dichosa mascarilla. La llevo porque me lo exige la empresa, pero yo no creo en todas esas mentiras del virus.


martes, 22 de septiembre de 2020

Consejo (NO)

 No te deprimas. Debes partir de la base que todo lo que nos rodea, nuestra especie, nosotros mismos, así como la propia vida carece de importancia. Todo esto es un disparate absurdo que no tiene el más mínimo sentido racional. No te compliques la vida. Déjate empujar por la vida durante el corto perodo de tu existencia e intenta disfrutar de las cosas sencillas que te rodean y que tienes al alcance de tu mano.

lunes, 3 de agosto de 2020

Los Sapiens (NO)

Cuando era joven me preocupaba por tratar de entenderlo todo: el cero y el infinito, el mundo de los átomos y de las galaxias, el mito de las almas y de los dioses. 
En la vejez uno entiende que la razón no puedes usarla para entender lo que está fuera de su alcance.
Todo lo que le da coherencia a nuestra irracional existencia se sustenta en fantasías estúpidas creadas por la imaginación de nuestro cerebro. La forma que tenemos de ver y entender el mundo se fundamenta en cuentos chinos creados por nuestra imaginación y que nosotros creemos como verdades absolutas.
A pesar de ello nos hacemos llamar Sapiens sin sonrojarnos.

miércoles, 29 de julio de 2020

Vincent van Gogh (NO)


      Hoy, 29 de julio, hace 130 años que murió Vincent van Gogh.

La superficialidad está íntimamente unida a todos nosotros y a nuestras normas sociales. La farsa que nos rodea solo vive del decorado exterior. Tratamos de evitar cualquier cosa que intente hacernos profundizar y que nos impida seguir el cómodo camino general establecido. Pasaremos por la vida sin aportar nada, como inútiles. Riendo, llorando y hasta ocupando cargos relevantes, pero sin dejar huella de nuestro paso por la tierra.
Solo los que no se dejan arrastrar, los marginados, los independientes, los críticos con los principios y las enseñanzas, los no gregarios, los que todos despreciamos o perseguimos mientras viven, son ellos nuestros verdaderos guías, los únicos capaces de producir giros inesperados en el proceso evolutivo de la sociedad y de la vida.



La iglesia de Auvers-sur-Oise

La misma sociedad que durante su vida le dió la espalda, hoy expone sus cuadros y comercia con ellos por millones de dólares.

domingo, 26 de julio de 2020

Machado (poeta, maestro y filósofo)



El 26 de julio de 1875, hace hoy 145 años, nació en Sevilla Antonio Machado Ruiz. Pasó la infancia en "un huerto claro donde madura el limonero” y la juventud en Castilla. Se educó en la prestigiosa Institución Libre de Enseñanza. Los sueños y esperanzas de la Segunda República Española murieron al mismo tiempo que él, en su misma agonía. Esa España, con la que soñaba, está hoy más lejos que nunca. Descansa con él y con su madre en Colliure.

jueves, 16 de julio de 2020

XXX Las higueras (poesías)



En los alrededores de casa, entre las Chumberas, el Campus Universitario de Guajara y la Finca de España, donde acostumbro a pasear algunas tardes, el asfalto y el cemento no ha conseguido vencer del todo al campo. En las huertas semiabandonadas, junto a  antiguas viviendas, se ven aún las higueras como un emblema de los viejos tiempos. En este mes de julio, llenas de fuerza, saltan los ruinosos muros de piedra y perfuman el camino.
El aroma de las higueras me embriaga y me transporta a otros tiempos y a otros lugares.
Pienso entonces que ese mismo aroma debió embriagar a los presocráticos, en la antigua Grecia. Los imagino dialogando, cubiertos con sus túnicas, intentando descabalgar de sus tronos a los dioses del Olimpo para sentar en su lugar al dios de la razón.
Luego, en una humilde habitación, con el piso de tierra, una copa de cicuta sobre una mesa. El maestro, rodeado de sus alumnos, se despide. Se levanta y coge la copa. Yo salgo, entonces, de la casa al calor sofocante de la tarde y me llega  el aroma de la higuera.

jueves, 2 de julio de 2020

XXX La hoja muerta (poesía)

Todos nosotros.
Todas las ideologías.
Todas las patrias.
Todas las leyes.
Todas las razones.
Todos los mitos.
Todos los dioses.
Todos los libros.
Todas las obras de arte.
Las computadoras.
Las grandes construcciones
y las naves espaciales.
Nuestro cerebro,
con sus millones de neuronas.
Este planeta,
donde vivimos.
El universo,
con sus millones de galaxias.
Todo, todo, todo...
Todo tiene el mismo valor que una humilde hoja seca,
que la brisa de la tarde pasea,
junto a mis pies,
por el suelo del parque.

martes, 30 de junio de 2020

XXX La nada (misterio)

A medida que voy envejeciendo voy descubriendo que este tiempo finito de ahora que llamamos vida es, en realidad, la nada. La misma nada que el tiempo infinito que pasó antes de nuestro nacimiento y que el tiempo infinito que vendrá después de la última despedida.

domingo, 28 de junio de 2020

Los juncos y el viento (NO)

Se nos educa, desde muy niños, a comportarnos en función de las circunstancias que nos rodean en cada momento de la vida y hablamos también en función de lo que los demás esperan oír de nosotros. Nadie nos conoce, tal vez ni nosotros mismos. Es nuestro modo de supervivencia. Solo los ciegos y rígidos fundamentalistas, esclavos de su obstinación, defienden su adoctrinamiento. La evolución se alimenta de la duda y de la ausencia de cualquier principio irrevocable.

XXX El mundo (misterio)

Cada uno de nosotros tiene en el interior de su cerebro su propio mundo. Un mundo virtual y personal creado con las señales eléctricas que en el transcurso de la vida le han ido llegando de los sentidos. Ese es nuestro mundo, el mundo personal de cada uno de nosotros. Un mundo virtual que es un representación del mundo exterior. Un mundo exterior que nunca llegaremos a conocer por las limitaciones de nuestra fisiología.
Ese mundo virtual, personal y efímero  es lo único que poseemos. Ese mundo nace con nosotros, se construye a lo largo de la vida y se extingue con la muerte.

miércoles, 24 de junio de 2020

XXX El olvido de la memoria (poesía)


El agua, que con la lluvia penetra lentamente en lo más profundo de las entrañas de la isla, permanece allí olvidada hasta que encuentra una grieta por donde salir otra vez a la luz.
Uno de las ventajas que disfrutamos los que hemos superado los 70 años es el placer de haber olvidado definitivamente todo lo que ha formado parte de nuestra formación: las palabras de nuestros padres, las enseñanzas de los buenos profesores con los que hemos tropezado, las lecturas, los fracasos, las alegrías… Todo permanece oculto en el olvido de la memoria.
Está olvidado, pero no perdido. De pronto la sonrisa de un niño, un paisaje, una canción, un beso, un abrazo, un puñal, un cadáver abandonado o cualquier otra circunstancia es la grieta por donde aflora la memoria olvidada. Cuando surge nos sorprende y nos hace pensar, equivocadamente, que es creación nuestra. Todo estaba ya allí, olvidado en lo más profundo de nuestro cerebro.




domingo, 21 de junio de 2020

XXX El juego

Ayer, a las 22:44 hora de Canarias, comenzó el verano. Un verano imprevisible nos aguarda.
Los dioses, allá arriba, pasan sus días jugando. Nos han puesto aquí con la única finalidad de ser las fichas de su parchís. Todo lo que podemos observar a nuestro alrededor es solo su juego de entretenimiento: las cámaras de diputados; las derechas y las izquierdas; la guerra y la paz; los ricos y los pobres; la razón y los mitos; el bien y el mal; la democracia y la dictadura; la enfermedad y la salud; la inteligencia y la necedad; los fuertes y los débiles; los blancos y los negros; los señoritos y los criados; el eros y el tanato; los que ordenan y los que obedecen; los creyentes y los ateos, el coronavirus...
Todo lo que existe es solo eso, un juego creado con la única finalidad de entretener el tedio del monte Olimpo. El tiempo infinito de la existencia de los dioses ha acabado convirtiendo el cielo en un infierno insoportable.

sábado, 6 de junio de 2020

El mago (NO)

Hoy, observando el fundamentalismo, el fanatismo y el odio que se ha desatado con la pandemia, recuerdo que el día 21 de diciembre de 2016 escribí esta entrada en el Bolg:

(21/12/2016): "Hoy, que faltan pocos días para que Donald Trump tome posesión como Presidente de los Estados Unidos, se cumplen 20 años de la muerte de Carl Sagan, el escéptico norteamericano que amaba la vida por encima de todo. Astrofísico y gran divulgador científico fue conocido por la serie de televisión "Cosmos". Pero el Carl Sagan que yo más recuerdo es el filósofo escéptico de espíritu crítico".

CARL SAGAN:
"Las pseudociencias, las supersticiones, las religiones y el fundamentalismo no son algo nuevo. Han estado con nosotros  desde que somos humanos".
"Vivimos en una era basada en la ciencia y la tecnología, con poderes tecnológicos formidables. Sin embargo su manejo está en manos de políticos que son analfabetos científicos. Esta mezcla de poder e ignorancia algún día puede acabar con todo".
"Si no tenemos espíritu crítico; si no somos capaces de hacer preguntas escépticas para interrogar a aquellos que dicen que algo es verdad; si no somos capaces de ser escépticos con la autoridad; entonces estaremos a merced de cualquier charlatán político o religioso que aparezca"
"La ciencia tiene que ser una forma escéptica de interrogar el universo, teniendo siempre presente que somos falibles".

viernes, 29 de mayo de 2020

Los libros (NO)

Seguramente son muy pocos, tal vez menos de diez, no muchos más. Algunos estaban en la biblioteca de mi padre. Con otros me he tropezado más tarde, casualmente. Esos pocos libros cambiaron mi vida. Me convirtieron en feligrés de la duda.

jueves, 28 de mayo de 2020

XXX Amanecer de agosto en Breña Alta (poesía)

Con la lluvia de la noche y los primeros rayos del sol, todo el campo, alrededor de la casa, se pinta de un verde luminoso. Hasta dentro de las habitaciones llega el aroma embriagador de las plantas y el canto enamorado de pájaros, gallos y grillos. Ahora, que ya ha pasado el amanecer y el sol se aleja del horizonte, se escucha solo el silencio. 

martes, 26 de mayo de 2020

XXX Mirándome en el espejo

Según la teoría del Big-Bang el universo surgió de la gran explosión hace unos 13.800 millones de años. La tierra se formó hace 4.543 millones de años. La vida apareció sobre el planeta hace unos 3.850 millones de años. Nuestra especie, el Homo Sapiens moderno, hace unos 100.000 años. La vida media del hombre actual es de unos 80 años. En escala métrica, si nuestra vida fuera 8 centímetros, la de nuestra especie serían 100 metros, la de la vida sobre el planeta 3.850 kilómetros (la distancia aproximada entre Canarias y Berlín), la de la formación de la tierra unos 4.543 kilómetros (la distancia entre Canarias y Varsovia) y el Big-Bang estaría a 13.800 kilómetros (algo más que el diámetro de la tierra). 
El hombre libera, en cada eyaculación, unos 250 millones de espermatozoides y la mujer 1 óvulo cada mes. Un hombre sano produce unos 525.000 millones de espermatozoides a lo largo de su vida y la mujer, aunque nace con 2 millones de óvulos, solo pone a disposición de la fertilización unos 450. Un hombre y una mujer podrían concebir, entonces, un número de hijos diferentes igual al resultado de multiplicar 525.000 millones por 450. Es decir, 236.250.109. Todos serían hermanos, pero con una carga genética diferente. Por todo ello la probabilidad de que cualquiera de nosotros esté aquí, con su propia genética, es igual a un número infinitamente pequeño.
De las casi infinitas partículas de polen que el viento arrastra en el bosque durante la primavera, unas pocos consiguen fecundar una flor y de las semillas que caen al suelo, solo muy pocas consiguen germinar y se convierten en un árbol. Un árbol que, como nosotros, nace por casualidad en un determinado lugar, en un tipo de suelo, con una radiación solar y una pluviometría determinada y aunque lucha con todas sus fuerzas para sobrevivir, no sabe, como nosotros, que solo se limita a seguir la programación genética con la que ha nacido y de la que es un esclavo ciego.
Nuestra irracional soberbia nos impide ver nuestra propia imagen reflejada en el espejo.
Cualquiera de nosotros, como el árbol, es solo un eslabón que está al servicio del largo proceso evolutivo de la vida. Un proceso evolutivo cuyo sentido último, como la mayor parte de lo que ocurre a nuestro alrededor, no es capaz de entender nuestro limitado cerebro.
Esto es lo que reza cada mañana, al despertar, y cada noche, al acostarse, el que escribe este blog. Un hombre en el ocaso de sus 8 centímetros. Feliz de estar finalizando la tarea de echar por la borda todas las grandes mentiras con las que fue adoctrinado desde la infancia.

domingo, 24 de mayo de 2020

XXX Lancelot. (poesía)

El "Lancelot"  (Acuarela de Miguel de Luis)

Pueblos de paralelepípedos blancos, mar, volcanes, camellos, salinas, palmeras, cisternas y viento era el Lanzarote, todavía sin turismo, cuando en 1928 llegó mi tío, Agustín Espinosa García, para poner a caminar el primer Instituto de Segunda Enseñanza de la Isla. Durante su estancia, este joven profesor de literatura e inquieto soñador, nos regaló la mitología maravillosa de su Lancelot 28º-7º. Un nombre incorporado ya a la propia Isla, pero un libro que sigue esperando, después de 92 años, la lectura entusiasta de todos los canarios. César Manrique dijo: "Agustín Espinosa fue el primero que con su magia nos descubrió la belleza de esta Isla".
Por él, por su prosa exacta y por su imaginación prodigiosa, he escrito en la popa de mi viejo velero el nombre de “Lancelot”.
Mi Lancelot es blanco, como la dulce sal de nieve del Janubio. Tiene 9,01 metros de eslora y 2,86 de manga. Pesa 3.415 kilogramos y su mástil mide 11 metros. Su modelo, Sirocco MK2, fue diseñado por Angus Primrose y construido por Manufacturas Mistral, S.A., en Barcelona, el año 1974.
A pesar de su edad -46 años- todavía cabalga sobre el Atlántico y salta el obstáculo azul y blanco de las olas.
Sus compañeros de viaje son: el viento, que le da la energía, el mar, donde ara su surco la carena, las nubes, el sol, los sueños...
Está construido con fibra de vidrio, poliester, acero, aluminio y madera. Cuando descansa, amarrado en el puerto, puede parecer un objeto inanimado, pero cuando sale a la mar y lo besa el viento se transforma. Se convierte en un animal mitológico. Mezcla de delfín, caballo y gaviota. Delfín, por cómo acaricia el océano; caballo, por cómo salta sobre las olas y gaviota, por sus velas blancas.